viernes, 29 de agosto de 2008

Ciertas luces apagadas
iluminan más
que las luces encendidas.
Hay lugares donde no es preciso
que algo esté encendido para que alumbre.
Pero además hay cosas
que se aclaran mejor con las luces apagadas,
como algunos estratos oblicuos del hombre
o algunos rincones que se instalan subrepticiamente
en los espacios más abiertos.
Y hay también una intemperie de la luz,
una zona despojada y ecuánime
donde ya no hay diferencia
entre las luces encendidas
y las luces apagadas.

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